El hecho de que el cuarto de baño sea una de las estancias que más frecuentamos desde que nos levantamos, ha supuesto que, según los últimos datos, sea la parte de una casa donde más reformas se hacen, seguido de la cocina y los dormitorios.
De media, un español suele gastarse entre 2.000 euros y 4.000, dependiendo de los metros cuadrados que tenga el aseo. Sin embargo, antes de comenzar a rediseñar y darle un lavado de cara, hay que tener en cuenta una serie de aspectos que, si se cometen errores en ello, puede salir más gasto o, incluso, arrepentirse en un futuro.
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No tener en cuenta el almacenamiento que vamos a tener
Solemos pensar que el cuarto de baño no hace falta mucho almacenamiento y que debemos tener lo justo y necesario. Sin embargo, antes de ponernos manos a la obra, tenemos que pensar qué es lo que vamos a querer. ¿Quieres que sea el sitio donde se guarden las toallas? ¿Un lugar para cosméticos y cuidados faciales y corporales?
No solo hay que mirar el diseño del mueble. Hay muchos que son bonitos, pero poco prácticos y pueden que no se ajusten a tus necesidades. Puede que ese mueble auxiliar que has visto sea muy pequeño, o muy grande también y lo utilices para guardar cosas que no vas a utilizar.
No contar con un sistema de ventilación
Otro de los errores que se puede cometer a la hora de reformar un baño es no fijarse en la ventilación. Esto suele pasar, sobre todo, en los aseos pequeños.
Los baños son una de las estancias de la casa que más humedad recoge y a la larga puede crear problemas. Por ello, puedes optar por una de las siguientes ideas:
- Extractor de aire: como referencia, un baño pequeño puede necesitar un extractor de al menos 50-75 m³/h, mientras que un baño grande podría requerir uno de 100-150 m³/h o más.
- Ventanas: puede proporcionar ventilación natural. Puede dar tanto al exterior como al interior de casa.
- Temporizador o sensor de humedad: permiten programar la duración de la ventilación después de que uses el baño. Además, algunos se activan automáticamente cuando la humedad en el aire alcanza un nivel preestablecido.
No darle importancia a la iluminación
También se suele pasar por alto la iluminación en los aseos. La clave es encontrar aquella iluminación que no haga que el baño se convierta en una habitación pequeña y poco iluminada u oscura, ni una luz potente que pueda crear deslumbramiento. Un cuarto de baño es esa estancia de la casa que, además de estar bonita, debe ser funcional.
Una estrategia efectiva es incorporar iluminación general mediante focos empotrados, regletas o plafones, complementados con apliques y lámparas estratégicamente ubicados. Además, no debemos olvidar la versatilidad que aportan los armarios y espejos con luz, que no solo mejoran la visibilidad, sino que también añaden un elemento decorativo.
Las bombillas LED de luz blanca cálida (aproximadamente 2700-3000 Kelvin) son ideales para la iluminación general.
Prescindir de los servicios de una empresa profesional
Pero, sin duda alguna, uno de los errores más comunes que hacen los particulares es no buscar a empresas de reformas de baño que le ayuden a buscar todo lo que necesita para crear ese espacio relajado, funcional y bonito que desean.
Los expertos en reformas de baño poseen conocimientos especializados en diseño, fontanería, electricidad y construcción, lo que garantiza que todas las modificaciones se realicen de acuerdo con los estándares de calidad y seguridad. Además, estos profesionales pueden ayudarnos a maximizar el espacio disponible y a elegir materiales y acabados adecuados que se ajusten a nuestras necesidades y presupuesto.
¿Pensando en reformar el baño? No te olvides de seguir nuestros consejos y conseguirás el aseo que siempre has querido. Si necesitas más ayuda, nuestros profesionales estarán encantados de ayudarte. ¡Contáctanos!